lunes, 14 de marzo de 2016






Queridos lectores a continuación os vamos a contar la historia de uno de los recursos más destacados de nuestra ciudad, el Castillo Santa Bárbara.


El Castillo de Santa Bárbara está ubicado en la cumbre del monte Benacantil,  a 166 metros de altitud. En él  se encuentra una de las más grandes fortalezas medievales de España desde la que se divisa a la perfección la bahía de Alicante.

En sus laderas se han encontrado restos arqueológicos de la Edad del Bronce, ibéricos y de la época romana, pero el origen de la actual fortaleza data del siglo IX durante la dominación musulmana.


Adquiere este castillo el nombre de Santa Bárbara porque el día de su festividad, 4 de Diciembre de 1248, la tomó a los árabes el infante Alfonso de Castilla, futuro rey Alfonso X el Sabio. A continuación, Pedro IV el Ceremonioso manda sea rectificado el recinto y el rey Carlos I ordena su fortificación a comienzos del siglo XVI.

Es en el reinado de Felipe II (1527-1598) cuando se produce la gran reforma del castillo en el año 1575 de la mano de Juan Bautista Antonelli y Jorge Palearo "El Fratín", con la construcción de diferentes dependencias que pudimos ver en nuestra visita.

Sin embargo, a causa  de los bombardeos que sufrió el castillo sobre todo durante la guerra de Sucesión (1701- 1714) en la que estuvo bajo el poder de los ingleses, la mayor parte del reciento se vio gravemente afectada. Podemos destacar, en el año 1873, la última acción militar que sufrió el recinto por parte de la fragata acorazada "Numancia".

En 1893 se desartilló el castillo, sin ningún valor militar. Se fue deteriorando con el paso del tiempo y ya sólo sirvió como alojamiento para enfermos por la peste y el cólera y como prisión, sobre todo durante la guerra Civil Española (1936-1939) donde primero recluyeron a prisioneros afines al bando Nacional, y posteriormente a prisioneros afines a la Segunda República, la mayoría procedentes del puerto de Alicante y del campo de concentración de Los Almendros. Hasta 1963, año en el que fue abierto al público, estuvo en una situación de abandono.

 Por último, cabe destacar la función del castillo como escenario de varias películas entre las que se encuentran "Drácula contra Frankestein" (1974) y "El Conde Drácula" (1970) ambas dirigidas por Jesús Franco.


PARTES DEL CASTILLO

El Castillo Santa Bárbara se divide en tres recintos a diferentes alturas:

En el recinto inferior (s.XVIII) con forma de tijera  encontramos a mano derecha el Revellín del Bon Repós, que actualmente hace función de aparcamiento para autobuses. Por otro lado, en la parte  izquierda se sitúa el Baluarte de Santa Ana el cual funciona de parking para turismos. Por último, entre ambos extremos encontramos bajo tierra  el Aljibe (s.XVI), el cual abastecía de aguas  pluviales a las personas del Castillo.


Restos de la ermita de Santa Bárbara.
Elaboración propia.
En el recinto intermedio (s.XVI) se sitúan las dependencias más importantes del Castillo. De bajo hacia arriba encontramos a mano derecha el Baluarte del Rey, a mano izquierda el Baluarte de la Reina, donde se pueden apreciar graffitis de los presos del Castillo y ruinas de la Tahona. En el centro, nada más entrar,  la taberna junto con el Cuerpo de Guardia situado en la Plaza de Armas, espacios que sirven para exposiciones temporales en los cuales actualmente esta la de "La Fortaleza del Anillo", "El Año de la Tierra Media en el Castillo de Santa Bárbara". A escasos metros, encontramos a la derecha los restos de la ermita de Santa Bárbara donde se puede apreciar a malas penas el altar mayor y sus arcos de medio punto, que es lo único que queda de ésta tras la explosión originada por unos barriles de pólvora que no se encontraban en el almacén llamado “el Polvorín”, situado   arriba de la ermita, en el recinto superior. A  la izquierda el Cuartel de la Tropa donde se encuentran en sus paredes los diferentes escudos de apellidos de la ciudad de Alicante, además de ser el acceso al ascensor.


Escudo ciudad de Alicante S. XV
situado en la "Sala Larga"
Elaboración propia.
El recinto más alto  se hace llamar “La Torreta”   (s.XIV), haciendo referencia a la vieja Torre del Homenaje. En él encontramos el Baluarte de los Ingleses, el Parque de Ingenieros, Casa del Gobernador, la Torre de Santa Catalina, la Alcazaba Medieval y la Sala Noble, la cual hacia función antiguamente de hospital en la que se puede apreciar actualmente la chimenea en un buen estado junto con la exposición de objetos de diferentes épocas del castillo. Además, en nuestra visita pudimos acceder 
a los calabozos y elfamoso 
Escudos de las familias más influyentes
situado en la "Sala Larga".
Elaboración propia.
boquete de la contramina del año 1709, los cuales también se sitúan en este recinto. Con forme fuimos subiendo a la parte más alta del castillo después de la Sala Noble encontramos una nueva sala, la Sala Larga,  con fotos en las que se puede apreciar la forma de vida de los alicantinos e incluso una serie de escudos haciendo referencia a los apellidos de la ciudad y a las familias más influyentes, además del escudo de la ciudad de Alicante en el siglo XV.  Finalmente, nuestra visita acabó en “El Macho” del Castillo, donde disfrutamos de las vistas de toda la ciudad de Alicante.


Por último, os queremos comentar la existencia de una serie de matacanes, abiertos por la parte inferior, por donde se tiraba aceite hirviendo, brea , piedras, excrementos… con el fin de dificultar el ataque al Castillo. Esta información no suele aparecer en páginas informativas del Castillo ya que actualmente no existe ninguno de ellos. Nosotros conocimos dicha información gracias a nuestros dotes comunicativos durante nuestra visita.

LEYENDAS

Existen muchas  leyendas sobre este castillo, a continuación, nosotros os vamos a explicar algunas de las que más destacan.

1. Nicolás Peris, gobernador del Castillo, se resistió tanto a la pérdida de la fortaleza que se vio obligado a combatir contra el ejército de Jaime II. Finalmente, fue tal la lealtad de Nicolás Peris que  murió aferrado a las llaves y fue imposible arrebatárselas, por lo que  la única solución fue cortarle la mano. Pero aun así no hubo forma de separar las llaves de la mano entonces decidieron arrojar las llaves al monte Benacantil. Cuenta la leyenda que mientras las llaves estén en la mano de Nicolás Peris, la ciudad de Alicante siempre estará protegida. Ya que las llaves son una representación del poder del Castillo.

2. Uno de los hechos reales más importante ocurrido en el Castillo fue la explosión de la mina durante la Guerra de Sucesión. Al mando del mariscal Claude D’Asfeld, las tropas francesas colocaron 1.500 quintales de pólvora en la mina con el fin de  echar a los ingleses que en ese momento se instalaban en el Castillo. Un 28 de febrero de 1709 hicieron estallar la mina  mientras los ingleses celebraban una cena de gala justo sobre ella, sin embargo, éstos no creyeron posible la advertencia del mariscal francés de que iba a volar la mina del Castillo, tampoco se creyeron el ultimátum de 72 horas para abandonar la fortaleza, es éste el origen de la contramina, situada en el recinto intermedio, cuyo fin principal era paliar la posible explosión, aun así no lograron evitar una masacre. A pesar de este suceso, las tropas inglesas aún resistieron 46 días el asedio francés.

3. Una de las leyendas de amor más conocida por los alicantinos corresponde a la famosa “Cara del Moro”, situada en la ladera del monte Benacantil sobre el cual esta el Castillo de Santa Bárbara. Esta leyenda data de la época de la dominación árabe en la cual Alicante se hacía llamar Medina Laquant.

 El príncipe musulmán que gobernaba el castillo sólo tenía una debilidad: su única y bella hija Zahara. Los problemas comenzaron cuando ella se enamoró de un joven caballero cristiano, Ricardo de Oñate,  ya que su padre la había ofrecido al Sultán de Damasco para que contrajera matrimonio con él. Al cabo del tiempo el príncipe musulmán se enteró del romance de su querida hija con Ricardo al que encarceló. Tras las muchas suplicas por parte de su hija Zahara para que lo liberara su padre como respuesta le propuso el siguiente trato: "Si mañana aparece la tierra blanca te dejaré que te cases con él, y si no es así, morirá colgado de la torre más alta del castillo".

Al día siguiente sorprendentemente apareció nevado de azahar, la blanca flor del almendro. Zahara, llena de felicidad fue a decírselo a su padre, el cual miro hacia la torre más alta donde pendía sin vida el cuerpo de su joven enamorado. Ella corrió hacía él y en un abrazo mortal se precipitó con su amado por el acantilado. Posteriormente, el padre tras lo sucedido se precipitó tras ella monte abajo por ello se dice que quedó plasmada su cara en la sierra del Castillo Santa Bárbara.
Vista del castillo desde la terraza del Hostal "La Milagrosa"
en la que se aprecia la famosa "Cara del Moro".
Elaboración propia.

Abel Pastor, Jordi Giner y Paula García.


Bibliografía :









No hay comentarios:

Publicar un comentario