lunes, 14 de marzo de 2016

Hola a tod@s!!


Vamos a dar la bienvenida a nuestro blog con uno de los recursos turísticos, que nuestra bonita ciudad de Alicante tiene y que es de visita obligatoria, estamos hablando de la Basílica de Santa María, situada en la plaza de su mismo nombre, próxima a la plaza del ayuntamiento y desde dónde se puede observar perfectamente la silueta de “la cara del moro” del castillo de Santa Bárbara. Comenzaremos contando que se considera la más antigua de la ciudad, ya que fue el primer templo cristiano que hubo en nuestras tierras alicantinas.


Fue construida sobre los restos de la que fuera mezquita mayor de la Medina Laqant o  Aljama durante la época musulmana. Data del primer tercio del siglo XIII y el Rey Alfonso X el Sabio en su segunda venida a Alicante se la dedicó a Santa María de la Asunción, complaciendo así los deseos de Doña Violante, su esposa.

Fachada de estilo barroco
Escultura barroca de la puerta principal.
Elaboración propia.


Está compuesta por varios estilos arquitectónicos, se  considera un templo de estilo gótico pero a su vez  podemos apreciar su fachada de estilo barroco y resaltar la imagen de la Virgen, llevada a cabo por el escultor Juan Bautista Borja.


En cuanto a su interior, nos impresionó el Altar Mayor con estilo Rococó del siglo XVIII y las capillas de la Inmaculada y de la Comunión, sin dejar de lado el gran órgano barroco que encontramos en lo alto de la Basílica y la enorme pila bautismal del siglo XVI que se encuentra en la sala capitular, hecha de mármol de Carrara (localidad italiana).


Órgano de la Basílica
Interior Basílica, órgano barroco.
Elaboración propia.

Interior de la Basílica, Altar Mayor
Interior Basílica, altar mayor.
Elaboración propia.


También observamos en su suelo, se ha dejado una pequeña cristalera para observar los antiguos restos sobre los que se construyó la basílica.


Interrumpiendo un poco con las características de la basílica, os contamos una leyenda que nos pareció de lo más peculiar y  “milagrosa”. Cuenta la leyenda que el 31 de agosto de 1484 la iglesia sufrió un importante incendio y en el cual se produjo un milagro: Mientras un candelabro se fundió por las altas temperaturas, la arquilla gótica de plata que guardaba el Stmo. Sacramento se encontró intacto, así como las tres Hostias que contenía.


Después de sufrir este incendio y siendo restaurada posteriormente, en los años siguientes también sufrió impactos de bombardeos desde el mar ocasionados por barcos franceses en 1691 y por barcos ingleses en 1706, 
del cuál podemos observar en la fachada alguno de ellos.

Durante la Guerra Civil también le provocaron algunos destrozos a la iglesia e incluso llegó a ser utilizada como almacén militar.


Volviendo con su exterior, en lo alto de la basílica coronan dos torres asimétricas edificadas en los siglos XIV y XVIII respectivamente, la torre más próxima al mar era utilizada como torre de defensa ante los posibles ataques y en ambas podemos observar sus dos campanarios.


Finalizando con nuestra visita, no podíamos marcharnos sin conseguir una foto desde uno de los balcones que se encuentran enfrente de la basílica, los cuales pertenecen al Hostal “La Milagrosa” y que nos llevamos la grandísima sorpresa, que disponían de una terraza, con unas magnificas vistas a toda la fachada de la basílica y al castillo de Santa Bárbara. Muy amablemente nos dejo subir uno de los chicos de la recepción y pudimos disfrutar de un rato agradable. Hostal recomendable 100%. 


Basílica de Santa María
Fachada Basílica Santa María. Vista desde terraza Hostal "La Milagrosa".
Elaboración propia.


Abel Pastor, Jordi Giner y Paula García.

Bibliografía:


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